La fuerte caída que el peso argentino ha experimentado ha convertido mayo en un mes muy convulso para el país. Aunque el banco central ha continuado vendiendo sus reservas y ha subido los tipos de interés, parece que no se puede hacer nada para frenar la depreciación de la moneda.
Desde entonces, el presidente Mauricio Macri ha entablado negociaciones con el FMI para solicitar una línea de crédito por valor de 30.000 millones de dólares, la cual debería paliar los efectos de la crisis. Por su parte, Christine Lagarde, Directora Gerente del FMI, ha expresado su “firme apoyo” a las reformas económicas que prevé aplicar el gobierno.
Con independencia de la actual inestabilidad que experimenta el peso argentino, el país sigue decidido a bajar la inflación y a fomentar el consumo y la inversión. No obstante, dada la negligencia de los anteriores gobiernos, causa del actual estado de fragilidad de la moneda y de la sobreexposición de la economía, aún llevará tiempo alcanzar estas metas.
Según el primer Barómetro Empresarial de Oxford Business Group: Encuesta de CEOs en Argentina, realizado entre noviembre de 2017 y mayo de 2018, la comunidad empresarial local tiene presente que el país no ha hecho más que embarcarse en esta nueva tarea.
Áreas que deben mejorarse a nivel local
Según nuestra encuesta, la comunidad empresarial es consciente de los aspectos menos competitivos del entorno operativo local. Por ejemplo, el 96% de los más de 150 encuestados cree que, a escala global, la situación fiscal actual es poco o muy poco competitiva.
Al preguntar por el grado de satisfacción con respecto a los productores locales, otra interesante manera de medir la competitividad del entorno empresarial y la calidad de las cadenas de producción, se obtuvieron opiniones muy divididas. Si bien el 34% de los encuestados dijeron estar muy satisfechos, otro 33% dijo estarlo poco, y señalaron la necesidad de realizar más esfuerzos para que las cadenas de producción locales funcionen según las normas.
Aumentar el nivel formación de los trabajadores podría mejorar algunos de los aspectos de la cadena de producción. Sin embargo, y de manera interesante, la comunidad empresarial tiene más interés en que lo trabajadores reciban mayor formación en los campos de la ciencia y la tecnología. Los CEOs afirmaron que la ingeniería era la competencia más necesaria en el mercado laboral local (43%), seguida por la tecnología informática (26%) y el liderazgo (12%). Estos resultados contrastan con los obtenidos en muchos de los otros mercados emergentes en los que opera OBG, donde lo habitual es que el liderazgo ocupe el primer puesto.
Argentina quiere aumentar el nivel de productividad mediante el desarrollo de cadenas de producción locales, y garantizar el acceso al capital será fundamental para financiar estos cambios. También en este caso, nuestra encuesta muestra que todavía hay margen para mejorar, el 59% de los encuestados consideran que el acceso al crédito es difícil o muy difícil. Sin embargo, para que esta situación cambie, el país tiene que encontrar primero los mecanismos para mantener una estabilidad monetaria.
Nuevas relaciones comerciales para obtener una mayor protección ante influencias externas
Además de estas mejoras internas, la economía argentina podría beneficiarse de un mayor aislamiento frente a las perturbaciones externas. Alrededor del 40% de los encuestados afirma que el bajo precio de los productos básicos es el factor externo que más impacto podría tener en la economía local a corto y medio plazo, mientras que el 21% señala la influencia de Brasil y el 18% las tasas de interés de EE.UU. Hoy por hoy, cualquiera de los tres factores podría afectar significativamente al mercado local. Esto es especialmente cierto en el último caso, teniendo en cuenta el efecto que las tasas de interés de EE.UU. están teniendo sobre valor del peso.
Estos resultados no son realmente sorprendentes dado el perfil comercial de Argentina: las semillas de soja, el maíz y el trigo representan casi un tercio de las exportaciones del país; Brasil y EE.UU. son sus principales mercados de exportación, los cuales obtuvieron bienes por valor de 9.000 y 4.400 millones de dólares respectivamente en 2016.
El fomento del comercio regional a través de la integración del mercado podría ayudar a Argentina a asegurar unos flujos comerciales más variados, contribuyendo así a mitigar en cierta medida la inestabilidad externa.
El presidente Macri y su homólogo chileno, Sebastián Piñera, son conscientes del problema y están promoviendo un acercamiento entre el bloque comercial de Mercosur (formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y la Alianza del Pacífico (formada por México, Chile, Colombia y Perú).
Esta alianza fomentaría el comercio regional y permitiría a América Latina sentar las bases de lo que podría llegar a ser algún día un bloque comercial único. Dada la postura proteccionista de la administración de Donald Trump en EE.UU., impulsar el comercio con la región del Pacífico es cada vez más importante para los países de América Latina. Como es lógico, el 90% de los encuestados afirman que impulsar la integración del mercado en la región es importante o muy importante para Argentina, y parece que el presidente Macri está realizando avances en este ámbito.
Estas medidas – junto con otras que han de aplicarse a corto plazo y que son necesarias para restaurar de manera urgente la estabilidad macroeconómica y fiscal – podrían ofrecer una vía política que ayude a mantener el optimismo que los CEOs mostraron en los meses precedentes a la caída del peso. Entonces, el 80% de los encuestados afirmó que era probable o muy probable que su empresa realizase una inversión significativa de capital durante el próximo año.