Una importante iniciativa para atraer inversión privada en infraestructura, aunada al aumento previsto en la demanda de viviendas, pareciera encaminar el crecimiento de la actividad en la industria de la construcción y sectores relacionados de Argentina este año.
En noviembre de 2017, funcionarios del gobierno anunciaron planes para licitar $5.2 mil millones en proyectos de infraestructura durante 2018, y se espera que el proceso de licitación se abra en los próximos meses.
Los proyectos –que se centrarán principalmente en transporte, comunicaciones y tecnología–, siguen de cerca una nueva ley aprobada en 2016, la cual flexibiliza las normas que rigen la participación privada en obras públicas. Dichos proyectos forman parte de un plan gubernamental más amplio, diseñado para atraer más inversión privada en el desarrollo de infraestructura.
Los funcionarios esperan aprobar un total de $26.5mil millones en Asociaciones Público-Privadas (APP) para 2022, y elevar el gasto general de infraestructura a 3.5% en 2018, mientras mantienen el gasto público en 1.9%, al mismo nivel de 2017, según informes de la prensa local.
Además del transporte, el sector de energía es una prioridad de inversión en el marco del programa de infraestructura del gobierno. También se llevarán a cabo proyectos de agua, saneamiento y vivienda, y salud y educación.
Martin Berardi, CEO de la siderúrgica Ternium Argentina, destacó la importancia de fomentar la inversión privada en todos los sectores, para garantizar el crecimiento económico a largo plazo. “Argentina ha entrado en el camino correcto hacia una mayor competitividad en términos macroeconómicos en los próximos cuatro o cinco años”, dijo a OBG. “Sin embargo, hoy se necesitan mayores inversiones del sector privado. Debemos llegar a acuerdos entre los diferentes sectores, e incluir a todas las partes interesadas, para impulsar la inversión a lo largo del proceso”.
Los intereses inmobiliarios impulsan ganancias sólidas en la construcción
Además de aumentar la participación del sector privado, se espera que el despliegue de proyectos de infraestructura ayude a la industria de la construcción a aprovechar el sólido crecimiento registrado el año pasado.
Según los datos publicados por la firma financiera Wells Fargo en diciembre, el sector repuntó con fuerza en el segundo semestre de 2017, para expandirse un 9,8% y un 12,8% interanual en el segundo y tercer trimestres, respectivamente.
Gran parte de este crecimiento provino de las inversiones privadas en el sector inmobiliario y, en particular, del componente residencial, el cual registró un aumento de 4,8% en la actividad del tercer trimestre, con una reacción en cadena en los segmentos de suministros y comercio de la construcción.
El crecimiento económico general en el tercer trimestre alcanzó 4,2% interanual, impulsado en gran medida por la actividad del sector privado, ya que el consumo del sector público aumentó en un 1,8%, más moderado.
El acero y el cemento se benefician de la inversión en infraestructura
Se espera que el programa de infraestructura y el subsecuente aumento en la actividad de la construcción brinden también un impulso adicional al segmento de materiales.
Luego de recuperarse en 2017 de desaceleraciones previas, se espera que la producción de acero mantenga su impulso en el corto plazo, respaldada adicionalmente por el gasto gubernamental, dijo a OBG Carlos Vaccaro, Director Ejecutivo de la Cámara Argentina del Acero.
“Los productores de acero argentinos ven el par de años que se avecina con optimismo moderado”, dijo. “Las reformas del gobierno están teniendo un impacto positivo en el consumo y la producción de acero. Esperamos que esto continúe en el futuro cercano, impulsado principalmente por inversiones públicas en proyectos de infraestructura y vivienda”.
Vaccaro agregó que si bien los proyectos de infraestructura se desarrollarán principalmente como APP, el sector privado podría beneficiarse adicionalmente de nuevas oportunidades en desarrollos inmobiliarios, los cuales han experimentado una demanda en aumento, respaldada por una política más favorable de tasas de interés indexadas a la inflación para préstamos hipotecarios.
El plan, presentado el año pasado, junto con la ayuda estatal para la adquisición de la primera vivienda, debería continuar apoyando el segmento residencial del mercado inmobiliario, propiciando el aumento sostenido en la demanda de construcción y materiales observado el año pasado.
Al igual que el acero, el sector del cemento también busca expandir su capacidad para mantener el ritmo del aumento de pedidos.
El consumo interno de cemento aumentó un 12,5% entre enero y noviembre del año pasado, con una ola de una mayor actividad que ha impulsado a los principales productores argentinos de cemento a invertir en nueva capacidad de producción.
En diciembre, la firma local Loma Negra anunció planes para invertir $350 millones en la expansión de su planta L’Amali, en Olavarría. La nueva capacidad, programada para entrar en línea a principios de 2020, agregará 2.7 millones de toneladas anuales a la producción nacional de la empresa, un aumento de 40%.
El anuncio de Loma Negra fue seguido por la noticia de que su homólogo, el productor de cemento Holcim Argentina, planea aumentar la capacidad en sus instalaciones de Malagueño en un 45%. La inversión de $120 millones incluirá la reconstrucción de una línea completa de clínker y un nuevo molino de cemento. La culminación del proyecto está programada para 2020.
Esta capacidad adicional debería ayudar a satisfacer la creciente demanda de materiales asociada con el rápido desarrollo de los proyectos de infraestructura. Sin embargo, existe la preocupación de que los costos puedan aumentar en el corto plazo, debido a la posible escasez de materiales previa al lanzamiento de las nuevas líneas de producción.
Emisión de bonos para ayudar a financiar la construcción
El creciente gasto en el desarrollo de proyectos debería también impulsar la actividad en el sector financiero, pues parte del financiamiento para el programa de infraestructura proviene de los mercados de capital.
A principios de enero, el gobierno cerró $9 mil millones en ofertas de bonos, las cuales comprenden tres ofertas separadas de vencimientos en cinco, diez y treinta años, que se espera que se utilicen para ayudar a financiar su cartera de proyectos.
La oferta generó un fuerte interés de los compradores, con los bonos suscritos en exceso 2.4 veces y con ofertas por $21.4 mil millones, lo que indica una mayor confianza de los inversionistas, tanto en la industria como en la economía en general.
Private investment to play larger role in Argentina’s construction sector
A major drive to attract private investment in infrastructure, combined with an anticipated rise in demand for homes, looks set to boost activity in Argentina’s construction industry and related sectors this year.
In November 2017 state officials announced plans to put $5.2bn of infrastructure projects out to tender in 2018, with bidding set to open in the coming months.
The projects, which will be primarily focused on transport, communications and technology, follow on the heels of a new law, passed in 2016, easing the regulations surrounding private involvement in public works. They form part of a broader government plan to attract more private investment in infrastructure development.
Officials hope to approve a total of $26.5bn of public-private partnerships (PPPs) by 2022 and raise overall infrastructure spending to 3.5% of GDP in 2018, while keeping public spending at 1.9%, similar to 2017 levels, according to local press reports.
In addition to transport, the energy sector is a priority for investment under the government’s infrastructure programme. Projects will also be carried out in water, sanitation and housing, and health and education.
Martin Berardi, CEO of steel producer Ternium Argentina, stressed the importance of encouraging private investment across sectors to ensure long-term economic growth. “Argentina has entered the right path to increased competitiveness on macroeconomic terms in the next four to five years,” he told OBG. “However, greater investments from the private sector are needed today. We need to reach agreements across different sectors, and include all stakeholders, to boost investment along the way.”
Real estate interests drive solid gains in construction
In addition to increasing private sector participation, the infrastructure rollout is expected to help the construction industry build on the solid growth posted last year.
According to data released by finance firm Wells Fargo in December, the sector rebounded strongly in the second half of 2017 to expand by 9.8% and 12.8% year-on-year (y-o-y) in the second and third quarters, respectively.
Much of this growth came from private investments in the real estate sector, and in particular the residential component, which saw a 4.8% increase in activity in the third quarter, with a knock-on effect on the building trade and supplies segment.
Overall economic growth in the third quarter reached 4.2% y-o-y, driven largely by private sector activity, as public sector consumption rose by a more modest 1.8%.
Steel and cement benefit from infrastructure investment
The infrastructure programme and subsequent rise in construction activity is also expected to provide the materials segment with an added boost.
After recovering in 2017 from previous slowdowns, steel production is expected to maintain momentum in the near term, and will be further supported by government spending, Carlos Vaccaro, executive director of the Argentina Chamber of Steel, told OBG.
“Argentine steel producers are viewing the approaching couple of years with moderate optimism,” he said. “Government reforms are having a positive impact on steel consumption and production. We expect this to continue in the near future, driven mostly by public investments in infrastructure and housing projects.”
Vaccaro added that while infrastructure projects will be mostly rolled out as PPPs, the private sector could expect to benefit from further opportunities in real estate developments, which have experienced rising demand on the back of a more favourable inflation-indexed mortgage loan policy.
The scheme, introduced last year, together with state assistance for first-time homebuyers, should continue to support the residential component of the property market, helping to sustain last year’s rise in demand for construction and materials.
Like steel, the cement sector is also looking to expand capacity to keep pace with increasing orders.
Domestic cement consumption rose 12.5% between January and November last year, with the wave of heightened activity prompting key Argentine cement producers to invest in new capacity.
In December local firm Loma Negra announced plans to spend $350m on expanding its L’Amali plant in Olavarría. The new capacity, scheduled to come on-line in early 2020, will add 2.7m tonnes per year to the company’s domestic output, an increase of 40%.
Loma Negra’s announcement was followed by news that fellow cement producer Holcim Argentina planned to increase capacity at its Malagueño facility by 45%. The $120m development will include the reconstruction of a complete clinker line and a new cement mill. The upgrade is scheduled for completion by 2020.
This increased capacity should help meet the rising demand for materials associated with the fast-tracking of infrastructure developments. There are concerns, however, that costs could be pushed up in the short term due to possible shortages before new production lines are launched.
Bond issue to help finance building
Higher spending on project development should also boost activity in the financial sector, with part of the funding for the infrastructure programme set to come from the capital markets.
In early January the government closed bids on $9bn of bonds comprising three separate offerings of five-, 10- and 30-year terms of maturity that are expected to be used to help fund its project pipeline.
The offering generated strong buyer interest, with the bonds over-subscribed 2.4 times and attracting bids of $21.4bn, signalling improved investor sentiment in both the industry and broader economy.