Economic Update

Published 30 Apr 2018

In English

Los nuevos incentivos para transportistas privados, la mejora de la infraestructura y la ampliación en las opciones de viaje están impulsando el crecimiento en el sector de la aviación de Argentina, donde una mayor competencia ha coincidido con un mayor número de pasajeros.

A principios de abril, el Ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, anunció una serie de medidas para alentar a los transportistas internacionales a ingresar al mercado de la aviación.

Dirigiéndose al público de un seminario organizado por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) en Santiago de Chile, Dietrich dijo que a partir de julio las tarifas cobradas por la empresa local de servicios de asistencia en tierra, Intercargo, a operadores internacionales se reducirían en un 3%, mientras que las tarifas de navegación aérea cobrado por la Compañía Argentina de Navegación Aérea se reducirían en un 2%.

Las reducciones se unen a recortes anteriores en las tarifas de servicios para operadores internacionales introducidos en 2016, sumando un 10%, y tienen como objetivo incentivar a las aerolíneas extranjeras a servir los destinos argentinos, mejorar la conectividad e impulsar la competencia.

“El sector del transporte aéreo mundial experimentó un aumento notable en su actividad en la última década. Sin embargo, Argentina permaneció estancada, con poca inversión y sin nuevos jugadores en el mercado local”, dijo Dietrich en una entrevista reciente con OBG. “Hoy en día estamos abordando de manera proactiva la necesidad de mejorar la infraestructura, promover una mayor competencia entre aerolíneas y tener regulaciones de tarifas más flexibles. En este sentido, hemos podido reducir los aranceles nacionales, en términos reales, hasta en un 25%, alcanzando valores comparables para la región. El impacto de estos esfuerzos en la economía argentina en general, y en particular en sectores específicos como el turismo, es inestimable”.

La modernización de la infraestructura conduce a nuevas rutas

Voceros oficiales también han esbozado planes para ampliar y mejorar la infraestructura de aviación.

Al hablar en la conferencia de la IATA, Dietrich dijo que 30 aeropuertos de todo el país se habían modernizado o estaban en proceso de expansión para manejar el volumen usual de tráfico civil.

Estos aeropuertos incluyen la conversión de la antigua base aérea militar en El Palomar, ubicada a las afueras de Buenos Aires, en una puerta de entrada para vuelos comerciales. La empresa local de bajo costo Flybondi fue la primera aerolínea en operar desde el nuevo aeropuerto, que se inauguró en enero, volando a siete destinos nacionales a principios de abril.

Si bien le da la bienvenida a las mejoras en el acceso, Julian Cook, el CEO de la aerolínea, le dijo a OBG que la inversión adicional en infraestructura de aviación es crucial para el desarrollo del sector.

“Argentina definitivamente necesita renovar o construir terminales aeroportuarios y ayudas para la navegación”, dijo. “Hay buenos pasos en esta dirección, pero se necesita más, debido al bajo nivel de inversión observado en la última década. Hemos visto un fuerte compromiso, tanto del Ministerio de Transporte como del organismo regulador, con la nueva administración, y esperamos que se tomen medidas adicionales para liberalizar el sector e impulsar la inversión”.

Mientras tanto, en el frente internacional, una filial de la empresa de bajo coste Norwegian Air comenzó en febrero a prestar servicios entre el aeropuerto londinense de Gatwick y Buenos Aires. Asimismo, Edelweiss Air, una filial de la aerolínea nacional de Suiza, anunció planes para establecer un enlace entre Zurich y la capital argentina a partir de noviembre.

Nuevas opciones llegan en pleno crecimiento de pasajeros

La llegada de nuevos jugadores, rutas adicionales y opciones de bajo coste se produce en medio de un aumento significativo en el tráfico de pasajeros.

El año pasado, 38.8 millones de personas utilizaron servicios aéreos en Argentina, un aumento de 10,8% con respecto a 2016, según datos del Ministerio de Transporte. De estos, los que viajan por rutas nacionales e internacionales aumentaron en 15.5% y 12.8%, respectivamente, lo que viene a resaltar las oportunidades disponibles para las empresas locales y extranjeras del sector.

El número de personas en vuelos de tránsito cayó en un 88.9% el año pasado, llegando a 140,900; sin embargo, este segmento representa solo una pequeña fracción de la actividad general.

El operador nacional mejora su viabilidad financiera

El aumento de la competencia y la liberalización de la industria de la aviación también ha coincidido con la mejora de la eficiencia de la compañía nacional Aerolíneas Argentinas, que ha logrado reducir su dependencia de subsidios estatales.

De 2009 a 2015, la compañía recibió un promedio anual de $678 millones en fondos público para cubrir gastos operativos; sin embargo, los esfuerzos para reestructurar y racionalizar las operaciones han visto los subsidios caer a $300 millones en 2016 y $170 millones el año pasado. Aerolíneas espera $90 millones en financiamiento este año, y tiene como objetivo alcanzar el punto de equilibrio o generar ganancias en 2019, un año antes del objetivo del gobierno, que era en 2020.

El transportista también está en el proceso de actualizar su flota obsoleta, mediante la eliminación de los aviones A340-300 –algunos de los cuales han estado en servicio durante más de 20 años–, y reemplazarlos con nuevos aviones Boeing 737 MAX 8, que deberían mejorar la eficiencia en el uso del combustible y el funcionamiento operacional.

 

 

Argentina sees aviation growth as government pursues liberalisation

En Español

New incentives for private carriers, improved infrastructure and expanded travel options are driving growth in Argentina’s aviation sector, with increased competition coinciding with higher passenger numbers.

In early April Guillermo Dietrich, the minister of transport, announced a series of measures to encourage international carriers to enter the aviation market.

Addressing a seminar hosted by the International Air Transport Association (IATA) in Santiago, Chile, Dietrich said that as of July the fees levied by local ground-handling services firm Intercargo on international carriers would be cut by 3%, while air-navigation fees charged by the Argentine Air Navigation Company would be trimmed by 2%.

The reductions build on earlier cuts in service fees for international carriers introduced in 2016, totalling 10%, and are aimed at incentivising foreign airlines to serve Argentinian destinations, improve connectivity and boost competition.

“The global air transport sector experienced a remarkable increase in activity in the last decade. However, Argentina remained stagnant with little investment and no new players in the local market,” Dietrich said in a recent interview with OBG. “Today, we are proactively addressing the need for better infrastructure, greater airline competition and more lenient tariff regulations. In this sense, we have been able to reduce national tariffs, in real terms, by up to 25%, reaching comparable values for the region. The impact of these efforts on the overall Argentine economy, and particularly on specific sectors such as tourism, is inestimable.”

Infrastructure upgrades lead to new routes

Officials have also outlined plans to expand and upgrade aviation infrastructure.

Speaking at the IATA conference, Dietrich said 30 airports across the country had either been upgraded or were in the process of expansion to handle regular civilian traffic.

These include the conversion of former military airbase at El Palomar, located just outside of Buenos Aires, into a gateway for commercial flights. Local low-cost carrier (LCC) Flybondi was the first airline to operate out of the airport, which opened in January, flying to seven domestic destinations by early April.

While welcoming the improved access, Julian Cook, the carrier’s CEO, told OBG further investment in aviation infrastructure is crucial to the sector’s development.

“Argentina definitely needs to renew or construct airport terminals and navigation aids,” he said. “There are good steps in this direction, but more needs to be done to the low level of investment seen over the past decade. We have seen a strong commitment, both from the Ministry of Transport and the regulating body with the new administration, and hope further actions will be taken to liberalise the sector and boost investment.”

Meanwhile, on the international front, a subsidiary of LCC Norwegian Air launched services between London’s Gatwick Airport and Buenos Aires in February, while Edelweiss Air, a subsidiary of Switzerland’s national carrier, has announced plans to establish a link between Zurich and the Argentine capital from November.

New options come amid passenger growth

The arrival of new players, additional routes and lost-cost options comes amid a significant rise in passenger traffic.

Last year 38.8m people used air services in Argentina, a 10.8% increase on 2016, according to Ministry of Transport data. Of this, those travelling on domestic and international routes rose by 15.5% and 12.8%, respectively, highlighting the opportunities available for both local and foreign companies in the sector.

The number of people on transit flights dropped by 88.9% last year to 140,900; however, this segment accounts for a small fraction of overall activity.

National carrier improves financial sustainability

The increased competition and liberalisation of the aviation industry has also coincided with the improved efficiency of national carrier Aerolíneas Argentinas, which has scaled back its dependence on state subsidies.

From 2009 to 2015 the carrier received an annual average of $678m in public support to meet operating expenses; however, efforts to restructure and streamline operations have seen subsidies fall to $300m in 2016 and $170m last year. Aerolíneas expects $90m in funding this year, and aims to break even or return a profit by 2019, one year ahead of the government’s 2020 target.  

The carrier is also in the process of upgrading its ageing fleet by phasing out A340-300 aircraft – some of which have been in service for more than 20 years  – and replacing them with newer Boeing 737 MAX 8 planes, which should improve fuel and operational efficiencies.